No se puede juzgar una estrella por su disco protoplanetario
Esta imagen cuenta la historia de redención de una estrella solitaria. Se creía que la joven estrella MP Mus (PDS 66) estaba completamente sola en el universo, rodeada únicamente por una banda de gas y polvo sin rasgos distintivos conocida como disco protoplanetario. En la mayoría de los casos, el material dentro de un disco protoplanetario se condensa para formar nuevos planetas alrededor de la estrella, dejando grandes huecos donde antes había gas y polvo. Estas características se observan en casi todos los discos, pero no en el de MP Mus.
Cuando los astrónomos la observaron por primera vez con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), observaron un disco liso y sin planetas, que se muestra aquí en la imagen de la derecha. El equipo, dirigido por Álvaro Ribas, astrónomo de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, le dio una segunda oportunidad a esta estrella y la volvió a observar con ALMA en longitudes de onda más largas que permiten adentrarse aún más en el disco protoplanetario. Estas nuevas observaciones, que se muestran en la imagen de la izquierda, revelaron una brecha y un anillo que habían quedado ocultos en observaciones previas, lo que sugiere que MP Mus podría tener compañía después de todo.
Mientras tanto, en Alemania se revelaba otra pieza del rompecabezas: Miguel Vioque, astrónomo de ESO, estudiaba esta misma estrella con la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA). Vioque notó algo sospechoso: la estrella se tambaleaba. Un poco de investigación gravitacional, junto con los hallazgos de las nuevas estructuras de disco reveladas por ALMA, demostró que este movimiento podría explicarse por la presencia de un exoplaneta gigante gaseoso.
Ambos equipos presentaron sus resultados conjuntos en un nuevo artículo publicado en Nature Astronomy. En lo que describen como "una hermosa fusión de dos grupos que se acercan al mismo objeto desde diferentes ángulos", demuestran que MP Mus no es tan aburrido después de todo.
Informacion adicional
Este texto fue adaptado de una Imagen de la Semana publicada por el Observatorio Europeo Austral (ESO), socio de ALMA en representación de Europa.
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembro, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Taiwán (NSTC), y por NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).
La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Joint ALMA Observatory (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.
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